Esta famosa frase viene a decir que muchas veces uno no tiene suerte, sino que merece las cosas buenas que le pasan por haber trabajado en ellas. Algo así como “la suerte hay que buscarla”. De hecho, esta frase es válida para muchos ámbitos de la vida, ya sea el estudio, el trabajo o, como era el caso del que dijo esta frase, el deporte.
Un joven Gary Player, a la postre considerado uno de los mejores golfistas de la historia, estaba entrenando uno de sus mejores golpes, que consistía en sacar la bola del búnker y dejarla lo más cerca posible del hoyo, o incluso meterla. Después de varios golpes magistrales, un hombre mayor que pasaba por ahí le dijo: “chico, ¡qué suerte tienes!”. La respuesta de Gary ya la sabéis: “cuanto más entreno, más suerte tengo”. Supongo que la cara del señor fue un poema.
Si quieres tener suerte...Entrena, trabaja, y encontrarás la suerte, o mejor dicho, ella te encontrará a ti.